jueves, 29 de abril de 2010

capitulo 1.2

1

La aldea de Geenwood

Isao yacía tranquilamente entre la hierba de los prados de Greenwood, el sol brillaba radiante bañando los verdes campos. Isao cayó en la cuenta de que había quedado con su hermano pequeño para llevarle a pescar, se levanto del verde prado, se sacudió los oscuros pantalones y fue con paso ligero hacia la aldea, al subir la colina observaba su aldea, era pequeña, las fachadas de las casas eran blancas, de un blanco puro como la nieve, la luz del sol parecía que se reflejara en ellas, y sus tejados al contrario eran negros como el azabache. Isao des de aquella colina observaba su casa, era la mas grande de la aldea. Entro por la puerta de la aldea, allí, apollado en un muro de piedra, estava su mejor amigo Nate.

-Otra vez merodeando por allí a solas Isao? –dijo Nate.

Isao miro a Nate a la cara y le sonrío. –Ya sabes Nate siempre me gusta pensar en mis cosas a solas.-dijo isao.

Nate sonrío a Isao –Así que es cierto lo que dicen de que quieres dejar la aldea i seguir los pasos de tu padre y hacerte un gran general del ejército del rey Theodrik, y te desharás de nosotros?.-dijo Nate con una gran sonrrisa dibujada en la cara.

-No Nate de ti nunca consigo deshacerme.-dijo Isao soltando una carcajada entre dientes..

Isao giro la cabeza y vio a su pequeño hermano correr hacia el, cuando estuvo a su lado se detuvo ante el.

-Isao! No se t habrá olvidado que me prometiste que me llevarías a pescar no?-dijo el chiquillo sosteniendo una caña de pescar.

-Claro que no hermano, ahora mismo se lo estaba diciendo a Nate que te iba a llevar a pescar.-dijo Isao guiñándole el ojo a Nate.

-Claro ahora mismo íbamos a buscarte. –dijo Nate con una sonrisa en la cara.

Los chicos se dirigieron al pequeño río que esta situado al norte de la aldea.

Isao solía pasar los días como este con su amigo Nate, o con su hermano.

Al día siguiente Isao se levanto de su mullida cama. El sol entraba por la ventana, que parecía reflejarse entre las blancas paredes, con una suave brisa primaveral. Isao savia que hoy iba a ser un gran día, se puso en pie, y cogió la ropa que tenia colocada encima de una silla, cuando se la puso, se abrocho los cordones de las botas de cuero oscuro y se ajusto el cinturón del pantalón mientras salía de la sencilla habitación.

-Isao! Baja a desayunar. Dijo una voz femenina.

-Ya boi madre. Contestó Isao mientras bajaba las escaleras de madera.

Al haber bajado todos los escalones, vio a su madre y su hermano de pie delante la mes.

Su madre se abrazo a Isao.

-Felicidades Isao ya tienes 20 años hijo. Dijo su madre

-Gracias madre. Le contesto Isao.

Luego le abrazó su hermano.

-Gracias pequeñajo. Le dijo Isao a su hermano poniéndole la mano sobre la cabeza.

-Por cierto madre donde esta padre?

-Está afuera en los establos, dice que vayas a verle.

-Si? Pues ara mismo boi madre. Dijo Isao dirigiéndose al puerta de entrada.

-No vayas tan deprisa jovencito que aun no has desayunado. Dijo su madre con un tono burlón.

-Ai! Es verdad se me olvidaba el desayuno dijo Isao mientras cogía un par de tostadas de encima de la mesa.

-Ahora si que me boi, hasta luego madre. Dijo Isao mientras se llevaba una tostada a la boca mientras abría los pestillos de la puerta con la otra mano.

Isao salió de su casa, y se dirigió veloz mente a los establos que habían detrás de su casa, mientras devorava la segunda tostada.

Giró la esquina de su casa, y allí vio a su padre que le esperaba con una amplia sonrisa en su cara.

-Isao hijo duermes más que una marmota. Dijo el anciano soltando una carcajada.